El poder del café y la mente -

                                                                       

Un estudio probó que el efecto energético del café en la mañana no solo se debe al poder estimulante de la cafeína sino a las expectativas que se depositan en la sustancia. 08 sep 2011 - 00:00h Twitter Shares 0 Facebook Shares 1 Enviar por Whatsapp 0 Email 0 Cada mañana, muchos son los que creen necesitar una taza de café para despertar y empezar el día con energía. Sin embargo, varios cafeteros desconocen que ese efecto estimulante que surge tras consumir cafeína al comenzar la mañana puede ser producto de su imaginación. Diversos medios de comunicación están circulando una noticia que señala que el efecto estimulante de la cafeína puede variar, pues las expectativas que las personas se crean al tomar café pueden ser más poderosas que la misma sustancia. Así concluyeron investigadores de la Escuela de Psicología de la Universidad del Este de Londres, tras un experimento que hicieron en 88 personas, con la intención de medir su rendimiento mental, su estado de ánimo y sus tiempos de reacción durante el transcurso del día, publica la revista Appetite.


 La mitad de la muestra tomó café descafeinado, pero a algunos participantes se les engañó y se les dijo que tomaban cafeína; se hizo lo contrario con la otra parte del grupo. ¿El resultado? Los que creyeron falsamente que tomaron cafeína (en realidad era café descafeinado) fueron más eficientes que los que habían tomado cafeína pura, pero que creyeron que ingirieron café descafeinado. De acuerdo a Lynne Dawkins, una de las investigadoras del estudio, “tanto la cafeína como las expectativas de haber consumido cafeína mostraron una mejora en la atención y en la velocidad psicomotora”. LA AUTOSUGESTIÓN PESA ----------

 Bien es cierto que el consumo del café conlleva a experimentar un efecto estimulante que se activa gracias a la cafeína, una sustancia que eleva la percepción y mejora la agilidad de la mente, explica la nutricionista Suelen Hidalgo, pero el hecho de que su ingesta sea una costumbre para muchos cada comienzo de día hace que las expectativas que se tienen sobre el café sean mayores. El psiquiatra Alfredo Suescum toma dos o tres tazas de café al día; si no lo hace le invade un dolor de cabeza.


 De acuerdo a este especialista, el efecto estimulante del café puede ser un asunto relativo, ya que cada persona responde a él de una manera diferente. “¡Hay gente que necesita café para dormir, así como hay gente que si toma café no duerme!”.

 Suescum dice que su consumo conlleva a experimentar un efecto placebo, que no es más que “el efecto que tiene una pastilla no efectiva”. El experimento del placebo es un clásico en psicología, explica el psicólogo Alfredo Arango. Ello consiste, por ejemplo, en “darle una pastilla de azúcar a dos grupos con diferentes instrucciones, que podrían ser ´esto es lo último que cura X padecimiento´, contra ´no se sabe si esto cura o no cura, está en experimentación´.


[El efecto placebo] hace que los grupos se curen o no por el maravilloso poder de la autosugestión, inconsciente, irracional, más fuerte que la lógica”, afirma. En palabras sencillas, el cerebro controla al cuerpo,

“con o sin nuestro permiso”, aclara Arango, a quien coincidencialmente le acaban de prohibir la cafeína por asuntos de salud. Dejar de tomar sus más de dos tazas de café al día ha sido un duro golpe para este psicólogo, que confiesa que los primeros días sin cafeína sintió que le “faltaba algo” y experimentó la necesidad de aumentar su histamina, un neurotransmisor del sistema nervioso central. Para llenar ese vacío, Arango ha recurrido al café descafeinado e instantáneo. “Por lo pronto, me sirve de consuelo el café sin cafeína y dicha investigación, ¡eso significa que podré superarlo!”. ----------

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